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Efecto retenciones: llega un aluvión de dólares e impactará en el mercado de cambios

El miércoles se llegó al cupo de US$7000 millones que había puesto el Gobierno para retenciones a tasa 0%; ahora deberán ingresar al mercado en los próximos días; el volumen diario ronda los US$400 millones

En los próximos días, llegará un aluvión de dólares. En tan solo tres ruedas, el sector agroexportador agotó el cupo de US$7000 millones que había dispuesto el Gobierno este lunes para que se liquiden granos con retenciones cero. Con esa sobreoferta de divisas que se avecina, los analistas proyectan que el tipo de cambio tenderá a la baja, lo que podría presentarse como una oportunidad para recomprar las reservas que tuvo que sacrificar el Banco Central (BCRA) la semana pasada para defender el techo de la banda de flotación.

Fue una medida fugaz. En plena volatilidad cambiaria, el Gobierno anunció el lunes a primera hora de la mañana que el campo tendría una ventana para liquidar granos con retención 0% hasta el 31 de octubre o hasta que se lleguen a US$7000 millones, lo que ocurra primero.

Sucedió lo segundo: ayer se registraron US$4100 millones en tres horas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJE), antes de llegar al cupo. Fue un récord histórico.

“El 90% lo tienen que liquidar en los próximos días, te da unos US$6300 millones. Para un mercado de cambios que opera US$400 millones diarios, te desequilibra absolutamente todo, te lo pone patas para arriba. Con este excedente que habrá de oferta, estimo que saldrá el BCRA o el Tesoro a comprar, ya sea dentro o fuera del mercado, compras en bloque. Porque tampoco le sirve mucho a la economía que en el último día de septiembre el dólar esté en el piso de la banda y que en el último día de octubre, como no va a haber más esa oferta, vuelva al techo de la banda. Esa volatilidad es muy dañina para todos. Me parece que lo más razonable es que el Gobierno aproveche y recompre reservas genuinas”, dijo el analista Christian Buteler.

Hay que recordar que desde mediados de abril el Gobierno estableció un esquema de bandas de flotación, que se amplía diariamente a un ritmo del 1% mensual. Actualmente, contempla un piso a $946,54 y un techo que llega a $1478,26. Siempre que rompa el piso, el BCRA sale a comprar reservas (algo que todavía no ocurrió). Si supera el máximo, tiene que salir a vender. Esto último pasó la semana pasada, lo que le demandó al Central desprenderse de US$1110 millones en tres días.

Para los analistas de LCG, el impacto que tendrá esta llegada de dólares sobre el mercado de cambios dependerá de cómo se dolaricen los productores a medida que vendan (en pesos) a los exportadores, lo que podría traducirse en compras de dólares “no menores”. Esto ya había ocurrido en las semanas de reducción de retenciones en junio.

“Las próximas tres jornadas serán muy peculiares para el mercado cambiario, porque el agro deberá liquidar unos US$1800 millones promedio por día. Estas ruedas reflejarán si el mercado cambiario ya funciona en la práctica como uno que no tiene cepo. En ese caso, una liquidación extraordinaria en una ventana acotada de tiempo no debería influir para nada en el tipo de cambio, porque si no hay nuevos demandantes de pesos, toda oferta de dólares generará simultáneamente demanda de dólares. O si las restricciones siguen siendo operativas, pese a que la brecha no puede crecer mucho, dado que los individuos tienen libertad para moverse entre el tipo de cambio oficial y el MEP/CCL. En caso de que la presión bajista sobre el spot sea significativa, suponemos que el Tesoro aprovechará para comprar dólares“, analizó un informe de la consultora económica 1816.

Para Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, la llegada de US$7000 millones es “un alivio” en la medida en que el Gobierno “comprenda que es momento de comprar divisas”. Incluso aunque no se esté ni en el techo ni en el piso de la banda cambiaria. Eso le permitiría consolidar la posición en divisas, pero también no dejar apreciar al tipo de cambio nuevamente.

“Entendemos que el costo fiscal de la medida es manejable. Puede pasar que la medida mantenga o aumente la brecha con los financieros. Si es así, no debería dispararse de los niveles actuales. Las bandas son para el oficial, no para los financieros. No vemos realmente a un tipo de cambio hoy camino al piso. Hay demasiada tensión política con la cercanía a las elecciones e incertidumbre como para que el mercado privado salga a vender y hacer carry. Menos aún con la baja de 10 puntos en la tasa repo. Pero, fundamentalmente, porque no se puede permitir tal nivel de apreciación. Tener una moneda fuerte es consecuencia de un camino de años, como en Japón, nunca es la causa”, completó.

Además, para Buteler, las preguntas de fondo siguen presentes. “¿Y el día después de que llegue esta oferta qué pasa?“, explicó. Si el Tesoro compra divisas en los próximos días, podría volver a volcarlas en el mercado de cara a octubre y noviembre, para así alimentar la oferta y suavizar el movimiento del tipo de cambio. También está la duda de qué tan sostenible es el esquema cambiario más allá de las elecciones, algo que planteó ayer Gita Gopinath, la exnúmero dos del FMI, cuando mencionó que la Argentina debería ir hacia un esquema cambiario más flexible.

“Es probable que eso quede para después de las elecciones, pero va a ser muy difícil después de todo lo vivido. Seguramente la demanda vuelva a ejercer presión, sobre todo los últimos días de la segunda quincena de octubre, cuando se acerquen las elecciones. Va a ser difícil que a partir de noviembre, o cuando lo decida el equipo económico, dependiendo del timing, modifique el sistema de bandas. Podrán subir el techo, podrán sacarlo. Tal vez una flotación sucia, pero sin tener que defender un precio determinado. O como hubo con Guido Sandleris [expresidente del BCRA durante la era Macri], que a partir de cierto precio se entraba en una zona de intervención, pero sin tener un valor específico. Habrá que ver qué vía eligen, pero seguramente modifiquen el sistema actual”, cerró Buteler.